Existen muchas nuevas tendencias en la alimentación para perros y gatos, muchas de ellas sin demasiados argumentos científicos.
Esto confunde mucho a los propietarios.
Se habla de dietas “naturales” por ser crudas, no caer en ésta creencia ya que los buenos alimentos balanceados también lo son. Dentro de lo que algunos llaman alimentos “procesados” o “ultra procesados” hay proteínas de origen animal (pollo, carne bovina, cordero), cereales como el arroz, vitaminas, minerales, fibras, etc. ¡Sería como pensar que los humanos por cocinar nuestros alimentos no comemos dietas naturales!
Otra una nueva tendencia es la de volver a una alimentación ancestral, donde los perros eran lobos y los gatos eran salvajes y se pretende alimentar de forma casera con huesos y carnes crudas, sin tener en cuenta los problemas que esto puede aparejar. Dónde no se realizan análisis de ningún tipo sobre esas materias primas utilizadas. La congelación o freezado de las carnes no destruyen todos los contaminantes como se sugiere. Bien saben los consumidores de productos congelados que están expresamente indicados para su consumo inmediato y no volverlos a congelar porque las bacterias se activan al descongelarse.
Para aquellos que dan productos crudos sin congelar deben conocer el riesgo de salmonelosis, Escherichia coli, Listeria monocitógenes, tuberculosis y para los que ofrecen carcazas de pollo éstas pueden poseer Campylobacter, todos ellos con riesgo de contagio al ser humano (zoonosis).
En algunos países de Europa para este tipo de dietas se utilizan huesos esterilizados, que pueden dar mayor seguridad alimentaria a los animales que los consumen; sin tener en cuenta el riesgo que pueda ocasionar el consumo de huesos y su posterior astillado.
Otra tendencia es la de hacer dietas caseras a los animales diseñadas para cada perro o gato en particular, los animales alimentados con buenos alimentos balanceados se pueden alimentar perfecta
mente sin tener recetas particulares para cada uno de ellos. ¡Sería como si una familia debiera alimentase con dietas específicas para cada miembro de la misma: una para la hija, otra para el hijo, otra para la madre, otra para el padre y otra para la abuela!
Solo en aquellos animales que presenten alguna patología, será necesario alimentarios con dietas especiales para tal fin.
Para desmitificar a los buenos alimentos balanceados les contaré, de forma resumida, el proceso productivo.
Durante el proceso de fabricación de los alimentos para perros y para gatos de buena calidad existen un sin número de procesos de control registrados por lotes y partidas, desde el ingreso de cada una de las materias primas que las componen con laboratorios especializados para tal fin. Se controlan los perfiles nutricionales de cada materia prima, presencia de toxinas de hongos (micotoxinas), exámenes de acidez y peroxidación de las grasas y aceites, exámenes organolépticos, exámenes bacteriológicos, control de posibles adulteraciones o contaminantes, control de las plantas elaboradoras y laboratorios por el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad Animal) que es la autoridad sanitaria que nos rige.
Muchos de los controles que posee nuestra industria, no los tienen los alimentos para humanos.
Una vez realizados todos los controles de laboratorio antes descriptos, las materias primas ingresan a la planta elaboradora donde se realiza la molienda de la misma hasta alcanzar la granulometría deseada para lograr una masa homogénea. Esta masa, según la receta diseñada por el nutricionista veterinario (en el caso de los buenos alimentos balanceados), pasa a un pre acondicionador donde permanece por algunos minutos a 90°C y luego se procede al proceso de cocción propiamente dicho. Este se realiza en una extrusora, donde se alcanzan temperaturas de 120 a 130°C, a altas atmósferas de presión y están expuestas tan solo 15 segundos (por lo que se desprende que el alimento se cocina por temperatura y fricción), lo que permiten que las proteínas no se desnaturalicen; es decir, que mantengan sus propiedades físico-químicas y estructurales inalteradas.
Una vez cocinado el alimento balanceado y natural, es transportado al secador/enfriador para lograr un producto seguro. Luego se transporta a la etapa de engrasado y saborización natural con proteínas hidrolizadas de origen animal. Allí se controla la humedad (menor o igual al 10 por ciento) y la actividad acuosa (menor al 0,6) lo que garantiza una calidad alimenticia inalterada durante su proceso de conservación y asegura la no proliferación de bacterias, hongos o levaduras. Luego se procede al envasado donde se controla la temperatura ambiente y del producto, para evitar condenaciones posteriores al envasado.
Los buenos alimentos balanceados han extendido la vida de los animales en un 25%, esto podemos evaluarlo nosotros mismos viendo la sobrevida que tienen nuestros perros o gatos versus lo que vivían hace 20 ó 30 años atrás, donde no los consumían.
Les dejo algunas preguntas para reflexionar y consultar ¿Qué organismo sanitario habilita a comercializar estas dietas caseras? ¿Cómo sabemos si se realizaron los controles sanitarios y de seguridad alimentaria? ¿Cuál es la experiencia en nutrición que éstos “recomendadores” poseen? ¿Dónde se han formado? ¿Qué título habilitante tienen? ¿Estos productos son aprobados por el Servicio de Sanidad Animal (SENASA)?
Dra. Sandra S. Rivadulla
Médica Veterinaria (UBA)
Master Internacional en Tecnología de los Alimentos (Universidad de Parma-Italia)
Alta Dirección en Tecnología de los Alimentos (UBA)