Hemos dedicado muchas páginas en números anteriores a esta destacada y sobresaliente raza. Esta vez nos enfocaremos en el trabajo con la Raza Labrador Retriever.
La función específica del Labrador es el trabajo. En su origen la raza fue concebida para Recuperar las presas de los cazadores y arrastrar en el agua las redes de los pescadores, de allí su pertenencia a la familia de los “retrievers”.
Su función específica determina por completo la especial estructura y su particular temperamento en un labrador. Veamos el por qué.
Al igual que muchas razas, su origen es incierto. Se han elaborado muchas teorías, algunas incluso mitológicas. Dentro de todas las suposiciones, la que más auge y aceptación ha tenido es la que sostiene que el Labrador Retriever es descendiente del Saint John, una variedad del Terranova pero más chico -también llamado el pequeño terranova-, y definido por el Coronel Peter Hawker en 1814 como “Excelente para cualquier tipo de caza, tiene de ordinario el manto negro y no es más grande que un pointer. Es extremadamente veloz en la carrera y en la natación: tiene hermosas patas, pelo corto y la cola no es tan enroscada como la del terranova”, este perro, proveniente de la península del Labrador, en Canadá, al tener la particularidad del pelo corto, resultaba más que útil por la fría temperatura del lugar, evitando, de este modo, la formación de hielo al salir del agua. El hecho de ser hábiles y expertos nadadores, además de la característica del manto, aportó un gran servicio a los pescadores por la valiosa cooperación a la hora de recoger las redes de pesca en el agua.
Por otro lado, una investigación contraria refuta esta teoría sosteniendo que el Labrador Retriever en realidad desciende del Cao del Castro Loboreiro, un perro oriundo de Portugal, zona muy importante en el tráfico marítimo de la época, señalando la similitud entre ambas razas (aunque definiendo esta última como un labrador feo) y que el nombre de “Labrador” surgiría por la distorsión fonética de la palabra “Loboreiro”.
Lo que sí es cierto es que fueron los pescadores que negociaban con Inglaterra quienes introdujeron al Saint John o al Cao del Castro Loboreiro en ese país, siendo los ingleses quienes al realizar diversas cruzas -entre ellas con el pointer-, definieron la raza tal como la conocemos hoy en día al descubrir la gran utilidad que les aportaba un perro con tanta destreza para el cobro de las presas de la caza y la pesca, al principio, y luego como perro de compañía.
Los primeros labradores eran de color negro, de a poco empezaron a surgir los amarillos y por último los chocolates.
La raza fue oficialmente reconocida por el Kennel Club Inglés (KCSB) en 1904 y el 5 de abril de 1916 se fundó el Club del Labrador Retriever, año en que se redactó el primer estándar de la raza. Inicialmente se llevaban por separado los registros de los colores negros y amarillos, como dos variedades de la misma raza, aunque el chocolate ya existía, pero no se lo tomaba en cuenta. En 1925 se crea el club del labrador amarillo y se redactó el estándar de este color en forma no oficial, el cual se dejó por obsoleto en 1959, usando el estándar redactado para el color negro para ambos. En 1950 se realiza una revisión del estándar quedando oficialmente aprobado por el Kennel Club Stud Book, nuevamente revisado y corregido posteriormente en 1982 y 1986.
El American Kennel Club (AKC) la reconoció oficialmente en 1917 y el Club de la raza se creó en 1931. Inicialmente el estándar era idéntico al de Inglaterra, aunque con el tiempo y las posteriores revisiones empezaron a aparecer las diferencias. El estándar oficial quedó aprobado el 9 de abril de 1957, reformado significativamente el 31 de marzo de 1994.
La Federation Cynologique Internationale (FCI) es una organización canina mundial que reúne a la mayor parte de los kennels de distintos países, toma el estándar del país de origen de la raza –el inglés en este caso-, cuya traducción y actualización está efectuada por la FCI y es el que se aplica a todos los países afiliados a ella, como es el caso de la Federación Cinológica Argentina (FCA). Sea cual fuere el origen del Labrador, y de la línea de sangre que provenga, el Labrador es uno y único en todo el mundo. Donde debe primar la MODERACION en todos sus aspectos, clave esencial para su versatilidad y funcionalidad racial.
La moderación significa el punto medio. A un labrador no debe sobrarle ni faltarle nada. Ni peso, ni estructura, ni hueso, ni pelo, ni temperamento…. Si de algo tiene “mucho” o “poco” nos salimos de la “Moderación”.
El Labrador es un perro ágil y dinámico. Un perro calificado para los más exigentes shows de estructura y belleza también debe ser un Labrador que se destaque en todas las demás actividades, ya sean deportivas o sociales. Porque su estructura está hecha para trabajar, y su temperamento lo completa como perro versátil e ideal. Fuerte, rústico y sano por naturaleza.
El aspecto saludable es la tercer y fundamental pata que se suma a la estructura y al temperamento para que el Labrador sea lo que es. Sin Salud, no hay funcionalidad.
Sea cual fuere el motivo por el que busquemos un Labrador, ya sea para alguna actividad deportiva, social, o la incorporación de un miembro para nuestra familia, debemos enfocarnos especialmente en la salud y el temperamento. El cachorro debe provenir de padres controlados y aptos para reproducirse.
El cachorro debe criarse en un ambiente apropiado para desarrollar su máximo potencial de adulto. Un cachorro adecuadamente criado será un extraordinario perro durante toda su vida. Con un temperamento equilibrado, estable, fuerte y sano como un Roble.
Un Criador responsable velará por la buena salud y bienestar de sus cachorros. Es un Ser Vivo, lo cual no lo hace imbatible ni inmune a algún problema, pero es frente a la adversidad donde surge la responsabilidad y seriedad del Criador.
Desde luego que un Cachorro que proviene de padres aptos para la crianza disminuye enormemente todo riesgo de padecer alguna enfermedad, y es donde el conocimiento, seriedad y trayectoria del Criador juega un papel principal.
Respecto del Bienestar Animal, el cachorro debe crecer en un entorno limpio, con estrictos controles veterinarios, una excelente alimentación y un ambiente lúdico que le permita desarrollar todo su potencial. Debemos tener en cuenta que el Labrador no se siente un perro, sino un verdadero integrante de la familia, con los mismos derechos y oportunidades de los demás miembros, y en especial si hay niños en la casa…. El Labrador es un niño canino. Ni más ni menos, sino uno igual.
Dartmoor Labrador Retriever se inició en el año 1999, desde entonces es mi desvelo criar Labradores Sanos, Felices y Funcionales. Todos los padres de los cachorros son testeados de todas las enfermedades propias de la raza. Son perros libres de displasia, de cadera y codos (todos grado 0), libres de PRA (atrofia progresiva de retina), rigurosamente controlados 2 veces al año con chequeos completos y constante asistencia veterinaria.
Los adultos cuentan con un espacio para el juego, el ejercicio y la recreación, desde un amplio parque, pileta exclusiva para ellos, sala de juegos y confortables sillones para su descanso. En Dartmoor los labradores viven juntos, sueltos, con libre acceso a la casa y a todos sus espacios. No viven en caniles ni en jaulas.
Los cachorros desde muy temprana edad se unen a los adultos y disfrutan de las actividades en conjunto. Antes de eso, cuentan con su espacio propio adaptado para sus necesidades y juegos.
Desde pequeños se van iniciando en distintas actividades, ya sea el entrenamiento para las pistas de las exposiciones de Estructura y Belleza, o los deportes acuáticos o el aprendizaje para la competencia deportiva. Desde el año pasado comenzamos a rendir el TAN (test de aptitudes naturales) con excelentes resultados!
Es un orgullo ver nacer a los peludos, acompañarlos en su crecimiento y desarrollo hasta alcanzar su máximo potencial.
Les doy la bienvenida a Dartmoor Labrador Retriever para conocer a los integrantes de mi familia canina, mis tesoros más preciados, como también los cuidados que reciben y los aspectos relevantes de esta raza sobresaliente.
Los invito a disfrutar de lo que es mi mayor pasión y a descubrir un mundo nuevo. La incorporación de un Dartmoor en su familia implica una gran responsabilidad de mi parte, puesto que no realizo crías comerciales, sino solo cuando de tal cruce mis expectativas son las mayores y cuando deseo incorporar un nuevo integrante a mi familia. Por tal motivo, en Dartmoor nacen muy pocos cachorros y cada lechigada es especial y esperada.
La introducción de las líneas de sangre más destacadas del mundo es mi constante preocupación y para ello trabajo, buscando el incesante mejoramiento en una cría responsable y el consecuente logro de mis metas: que mis perros sean típicos, sanos, felices y capaces de trasmitir todo lo que recibieron.
La exigencia en la calidad y cría de mis perros lo es también con quienes desean un cachorro. Un Dartmoor no es cualquier Labrador, sino uno muy especial, y la misma pasión y sentimiento que tengo por ellos, el amor y el tiempo que les brindo, es lo que busco para el futuro de mis cachorros.
Mi especial gratitud a todos aquellos que lo saben valorar, puesto que son mi incentivo para superarme día a día y mi estímulo para dedicarme más a ellos todavía.
Mercedes Noailles
Dartmoor Labrador Retriever
www.dartmoor.com.ar